Cambiar el logotipo de una empresa no es algo fácil de decidir. Hay veces en que se ve claramente que nuestro logo debe ser rediseñado, pues quizás éste no sigue las tendencias, es antiguo o no representa aquello para lo que fue creado. Pero no siempre es así.
Muchas veces dejamos que pase el tiempo, esperando una señal para cambiarlo y cuando queremos hacerlo ya es demasiado tarde. No es necesario que el logotipo tenga que ser rediseñado constantemente, sino que debemos estar al pendiente de que no se quede desactualizado o pierda la imagen de la marca.
¿No sabes si necesitas que tu logotipo sea rediseñado?, hoy te damos algunos consejos para que los tomes en cuenta y tomes la mejor decisión.
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1.No se ajusta a las tendencias
Como lo mencionamos, no significa que debas cambiar tu logotipo cada año con las tendencias del momento, pero sí hay que revisarlo. Por ejemplo, si el color del año es el azul y tu logo es amarillo, esta no es una razón para cambiarlo, en cambio, si tu logotipo no es flat design (simplifica el mensaje y facilita la funcionalidad), deberías considerarlo.
¡Recuerda! No es dejarte llevar por las tendencias, pero sí analizar objetivamente tu logotipo y realizar los cambios necesarios.
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2.Tu logotipo no se adapta a los nuevos formatos de visualización
Ya no es sorpresa que el usuario ahora se inclina más por navegar en internet desde su Smartphone, es por eso que la mayoría de las webs son responsive y la tuya no debe ser la excepción. Junto con este cambio, ha llegado la hora de que revises si tu logotipo se visualiza de manera correcta en todos los dispositivos. No es que tengas que rediseñarlo, pero es importante prestar atención a este aspecto.
Es necesario conocer las dimensiones en las que se va a visualizar y adaptarlo a las mismas.
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3.El diseño no se identifica con la marca
Todo cambia, las personas, las ideas, etc., lo mismo puede pasar con una marca. Quizá nació con una esencia, y con el paso del tiempo, aunque se mantuvieron los rasgos principales, algunos factores cambiaron. Si esos factores estaban representados en el logotipo, no olvides revisarlo.
Además, si crees que tu marca ha cambiado demasiado, no tengas miedo de realizar un rediseño más completo y amplio.
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4.Cambio de nombre
A la hora de crear nuestro logotipo el nombre no es lo principal, por lo que no es raro que éste se cambie. Hay muchas veces que por distintas razones se decide cambiar el nombre de la marca, pero como se quiere que se siga reconociendo con lo anterior, el logotipo se deja igual y sólo se adapta al nuevo nombre.
Puede que funcione pero no lo dejes pasar, analiza si es necesario un rediseño o una adaptación solamente. Si el objetivo y las funciones de la marca se van a mantener no haría falta un rediseño total, en cambio, si el giro de la compañía va a cambiar, el logo anterior no tendría sentido.
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5.La imagen no se asimila a la marca
Muchas veces el logotipo no representa lo que se desea, hay un error en los colores, no habla de la marca, maneja contenido en doble sentido o simplemente no te gusta. Piensa en qué es y qué hace tu empresa para que la esencia se vea reflejada.
No olvides que el diseño del logotipo es una oportunidad para diferenciarte de la competencia, es la identidad de tu marca, así que sé innovador, aplica las tendencias del momento y no olvides que la simplicidad es la clave.